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Un tema impopular
Un médico creyente que sirvió al Señor durante muchos años en África, no sólo ocupándose de los cuerpos de los enfermos, sino también de sus almas, fue entrevistado por un reportero.
Cuando el médico habló de algunas de sus experiencias en su actividad para el Señor, el reportero incrédulo le preguntó: –¿Por qué personas como usted siempre tienen que hablar del pecado? El médico le contestó: –Mi profesión consiste en luchar contra las enfermedades.
Éstas pueden ser causadas por diferentes motivos que repercuten tanto en el cuerpo como en el alma. Observe toda la miseria, los infortunios, las enfermedades y las muertes de los seres humanos. Recuerde que no sólo el cuerpo sufre, sino que el alma también puede enfermarse. La causa de ello es el pecado. –¿No cree usted que todas estas palabras sobre el pecado son un poco exageradas?, repuso el reportero. –Para quien se preocupe tan sólo un poco por lo que Dios dice al respecto, esto no le parecerá exagerado, le dijo el médico.
Todos los humanos somos pecadores; todos nos hallamos en el mismo bote y no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Sólo Dios puede hacerlo. Él nos tiende la mano para salvarnos a través de Jesús. Sólo por medio de Jesucristo el ser humano puede ser salvo del poder y del efecto mortal del pecado. –¡Qué interesante, doctor!, dijo el reportero de radio mientras daba vuelta a un botón: –Ahora un poco de música, para variar... ¡Sí, el pecado no es un tema popular!
1 Samuel 13 - Mateo 11 - Salmo 10:1-11 - Proverbios 3:19-20
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